Un gesto tan común e inocente como mascar un chicle y tirarlo a la calle conlleva más peligro del que la mayoría de ciudadanos pensamos. Todos sabemos, en mayor o menor medida que el tiempo de degradación de un chicle en el ambiente es altísimo (una media de 5 años), pero en el acto inocente de tirar un chicle a la calle nos engañamos pensando que se aplastará, se lo llevará un coche en la rueda o formará parte del pavimento sin dejar rastro, pero lo cierto es que el impacto medioambiental de esta acción es mucho mayor de lo que pensamos. En su composición, formada por un 80% de plástico, se incluyen más de 10mil hongos después de ser mascado, que tras secarse al sol y convertirse en polvo en un proceso que puede tardar más de un lustro, pasan a formar parte del aire.
La difícil gestión de residuos con chicles en las papeleras
La gestión de residuos es uno de los problemas medioambientales que más quebraderos de cabeza da a las organizaciones y administraciones debido a la dificultad para separar residuos y a las características individuales de cada uno de unos que en muchas ocasiones no pueden ser reutilizados ni reciclados. Dentro de estos residuos, los chicles se adhieren, pegan, derriten e impregnan al resto en las papeleras dificultando su correcto tratamiento. El problema ambiental es grave cuando la mayoría de soluciones que se dan a los residuos consisten en llevarlos a enormes vertederos en los que se oxidan y descomponen contaminando el aire, el suelo y el agua, pudiendo provocar cambios irreversibles en el ecosistema y la salud de animales y personas.
La papelera Gumy para chicles como solución urbana
En Nemain, como fabricantes de mobiliario urbano, hemos querido poner nuestro granito de arena para ayudar a que uno de los residuos más complejos de tratar y con mayor huella ambiental de los que utilizamos diariamente no acabe junto al resto de residuos en vertederos y pueda tratarse adecuadamente. Por ello, hemos creado la papelera Gumy especial para chicles, que permite hacer un tratamiento especial para este tipo de residuos, aislándolos del resto y pudiendo recogerlos de una forma fácil y cómoda. Los chicles pueden ser reciclados tras recogerse en la papelera, convirtiendo su plástico en suelas de zapato, objetos decorativos y otras aplicaciones.
La papelera Gumy para chicles no solo supone una mejora para la gestión de este tipo de residuos tan nocivos, sino que además ayuda a mantener limpiar las calles de la ciudad mientras que su instalación se adapta perfectamente a cualquier entorno y su diseño es bonito y agradable para cualquier zona. Aquí podemos ver algunos ejemplos:
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